Dr. Manuel Arias López.
Rehabilitador Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba

Es un tema vital y un área en que el espondilítico interviene, en gran medida, en el desarrollo de la enfermedad. Cuando se le diagnostica la espondilitis, debería tratarle un fisioterapeuta y usted debería aprender una rutina de ejercicios que pueda hacer todos los días. Hasta llegar a la fisioterapia, usted debería comenzar inmediatamente y por eso le ofrecemos algunos ejercicios, a manera de guía, más adelante. La finalidad del fisioterapeuta es hacerle tomar conciencia de la postura, sobre todo la posición de la espalda, y aumentar el radio de acción de ciertas articulaciones, especialmente los hombros y la cadera. Es importante conservar los músculos fuertes porque la disminución del movimiento, incluso durante poco tiempo, hace que se debiliten y puede costar mucho tiempo volverlos a poner en forma. También es importante aprender a estirar los músculos que se acortan fácilmente.

Rutina de ejercicios diarios

1. Póngase de pie, con los talones y los glúteos contra la pared y el mentón metido. Incline la cabeza hacia atrás hasta tocar la pared y sosténgala hasta contar 5. Descanse. Repítalo 10 veces.
2. Siéntese en una silla rígida (en forma de L). Coja, con la mano derecha, por delante del pecho, el lado izquierdo de la silla. Extienda el brazo izquierdo por delante y después gírelo hacia la izquierda, llevándolo horizontalmente tan atrás como pueda y gire la cabeza hasta mirar por encima del hombro izquierdo; aguante esta posición. Después, empuje y gire un poco más; aguante esta posición y, a continuación, vuelva a la posición frontal. Repítalo 3 veces con cada brazo.

3a. Siéntese con los hombros relajados y el mentón metido, mirando al frente. Incline la cabeza de lado hasta acercar al máximo la oreja derecha al hombro derecho; aguante la posición. Asegúrese que los músculos del hombro aún están relajados e inclínese un poco más. Después, vuelva a la posición vertical. (Cuando efectúe la inclinación lateral, el perfil de la nariz debe continuar en el mismo sitio, para asegurarse que no gira la cabeza). Repítalo 2 veces con cada lado.
3b. Incline la cabeza hacia atrás como recorriendo con la mirada la pared y el techo. Vuelva la cabeza a la posición vertical. Repítalo.
Ahora cambie e incline la cabeza hacia delante tanto como pueda hasta que el mentón toque el cuello. Vuelva a la posición vertical con el mentón metido. Repítalo.

4. Acostado sobre la espalda, con las rodillas flexionadas y los pies planos sobre el suelo, a) Ponga las manos sobre las costillas a la altura de los costados del pecho. Inspire profundamente por la nariz y espire por la boca empujando las costillas contra las manos mientras inspira. Repítalo 10 veces. (Recuerde que es tan importante espirar a fondo como inspirar profundamente). b) Póngase las manos sobre la parte superior del pecho. Inspire profundamente por la nariz y después espire todo lo que pueda por la boca. Empuje las costillas hacia arriba contra las manos, mientras inspira. Repítalo 10 veces.

5. Continúe acostado sobre la espalda con las rodillas flexionadas hacia arriba. Levante la ca-dera de manera que los glúteos no toquen el suelo y forme una línea recta desde los hombros hasta las rodillas.
Sostenga esta posición hasta contar cinco y baje. Repítalo 5 veces.
6. Continúe acostado sobre la espalda con las rodillas flexionadas hacia arriba y los pies sobre el suelo, levante los brazos por el suelo, de lado, hasta la altura del hombro. Con las rodillas juntas, tuérzalas hacia la derecha, intentando coger la parte exterior de su muslo derecho más cercano al suelo. Repítalo hacia la izquierda. Repítalo 9 veces.


7. Acuéstese boca abajo, con la cabeza vuelta hacia un lado y las manos pegadas a los lados (si lo necesita, puede ponerse un cojín debajo del pecho, pero no debajo de la cintura, para estar más cómodo). a) Levante una pierna del suelo, aguantando la rodilla recta y asegurándose que el muslo se levanta del suelo. Repítalo 5 veces con cada pierna. b) Levante la cabeza y los hombros del suelo todo lo que pueda. Repítalo 10 veces.
8. Arrodíllese en el suelo "a cuatro patas". Extienda el brazo y la pierna opuestos paralelamente al suelo y sosténgalos así hasta contar diez. Bájelos y después repítalo con el otro brazo y pierna. Repítalo 5 veces con cada lado.

9. Todavía "a cuatro patas", encorve la espalda y doble el cuello hacia abajo de manera que mire a la parte delantera de los muslos. Luego tense los brazos de modo que no los doble por los codos. Levante la cabeza y allane o meta la espalda hacia abajo. (La parte delantera de las costillas hacia abajo y las nalgas ha-cia arriba). Repítalo lentamente y a fondo 9 veces.

General

1. Acuéstese boca arriba sobre una superficie rígida durante unos 20 minutos cada mañana o tarde.
2. Repita los ejercicios de respiración profunda a intervalos frecuentes durante el día.
3. Tenga cuidado con la postura: corríjala constantemente, no sólo durante los períodos de ejercicio sino también a lo largo del día mientras está de pie, sentado y andando.
4. Haga algunos de los ejercicios TODOS LOS DIAS.