La espondilitis anquilosante: Introducción.
por el Dr. Eduardo Collantes Jefe Srv. Reumatología H.U. Reina Sofía de Córdoba.

La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática dolorosa y progresiva que afecta principalmente a la columna vertebral causando inflamación, dolor de espalda y que puede producir daños estructurales que conllevarían reducción de la movilidad y afectar a la calidad de vida de los pacientes. También puede afectar otras articulaciones, tendones y ligamentos de distintas áreas como los ojos y el corazón.

Espondilitis indica la inflamación que afecta las articulaciones de la columna vertebral y deriva de las palabras griegas que describen las partes constituyentes de la columna vertebral junto con el sufijo -itis que significa inflamación. Anquilosante significa que tiende a la fusión rígida de dos o más partes (anquilosis), No obstante, es importante darse cuenta que la soldadura total de la columna vertebral que el nombre de la enfermedad implica no es la norma. Muchos pacientes nada más sufren una fusión parcial, a veces limitada a los huesos de la pelvis.

Aunque la espondilitis se conoce y diagnóstica hace relativamente poco tiempo, existen antecedentes de que estas patologías, aunque desconocidas, se venían produciendo mucho tiempo atrás.

Se ha podido observar anquilosis en huesos de la espina dorsal de hombres prehistóricos y en el antiguo Egipto, tres mil años antes de Cristo. Se han encontrado momias egipcias con osificaciones y fusiones de vértebras (efecto conocido como columna de bambú). Los análisis de estos huesos indican que estas personas ya padecían Espondilitis Anquilosante (EA o su nombre en inglés Ankylosing Spondylitis AS), una forma típica de espondiloartropatía.

Sin embargo no es hasta finales del siglo XIX cuando aparecen descripciones de la EA por autores como Strümpell, Marie y Bechterew. Por esta razón la enfermedad se conocía originariamente como enfermedad de Bechterew o enfermedad de Marie-Strümpell.

Aún en los años cincuenta, la identificación y distinción de la EA de otras enfermedades reumáticas como la artritris reumatoide, no estaba clara.

Los criterios sobre EA de Roma en el año 1961 y de Nueva York en 1966 supusieron una gran mejora ya que incluian la sacroileitis bilateral, el dolor bajo de espalda y la restricción de la movilidad espinal como criterios diagnósticos. El criterio modificado de Nueva York para la EA añade el analisis radiológico de sacroileitis para la confirmación del diagnóstico, si bien esto no es necesario para todas las espondiloartropatias. En 1973 Brewerton y Schlosstein publican simultáneamente la fuerte asociación con el HLA-B27 (que permanece siendo la más evidente de las relaciones de cualquier enfermedad con un antígeno de histocompatibilidad).

La EA es un subtipo de un grupo interrelacionado de enfermedades reumáticas denominado espondiloartropatias. El concepto de espondiloartropatia, aunque se basa en argumentos clínicos, tiende a integrar varias enfermedades diferentes ya conocidas con anterioridad que presentan algunos síntomas comunes.

Las patologías que conforman las espondiloartropatias incluyen:

  • Espondilitis anquilosante, en sus variantes adulta y juvenil,
  • Artritis psoriásica
  • Artritis reactiva (Sindrome de Reiter)
  • Enfermeda inflamatoria intestinal (sindome de Crohn y colitis ulcerosa)
  • Espondiloartropatias indiferenciadas

 

Actualmente se utilizan indistintamente los términos "espondiloartropatias" o "espondiloartritis" para designar genéricamente a cualquiera de las enfermedades que componen el grupo anterior.

Los pacientes afectados de estas patologías normalmente cumplen los criterios anteriormente mencionados y comparten síntomas comunes como: la agregación familiar, la sacroiliítis, artritis periférica que afecta con mayor frecuencia las extremidades inferiores, las entesitis, la afección de la piel, las mucosas, la cámara anterior del ojo, el colon, el íleon, el corazón y el pulmón. Los pacientes pueden sufrir uno o varios de estos síntomas a lo largo de su vida.

Por otro lado estas patologías están relacionadas con el antigeno leucocitario humano HLA-B27 lo cual es considerado como un primer criterio para catalogar la espondiloartropatia indiferenciada, que se produce en los orígenes de todas estas patologías.

Cada una de estas espondiloartropatías tiene sus peculiaridades que las hace ser consideradas como entidades específicas con un tratamiento y seguimiento acorde a sus características.

La espondilitis anquilosante es la enfermedad más frecuente y carácterística dentro del grupo de las espondiloatropatías.

El proceso inflamatorio ocurre donde hay una articulación o donde los tendones y/o ligamentos se cogen al hueso. Por ejemplo, el proceso inflamatorio se produce alrededor de las articulaciones de las vértebras y áreas de fijación de los ligamentos, por ejemplo, en el hueso (isquial) de las nalgas sobre el que se sientan, o en el esternón, o donde el tendón se inserta en el talón. Como resultado de la inflamación se produce una pequeña erosión del hueso. Cuando la inflamación disminuye, se produce una cicatrización que ocasiona el crecimiento del hueso (hueso reactivo). Después de repetidos ataques, este hueso desarrollado puede llegar a rodear el disco. Entonces, dos vértebras pueden convertirse en una mediante un proceso de fusión. Los ejercicios que deberíamos realizar pretenden evitar o reducir este proceso.

Afectados

La aparición de la EA entre la población adulta caucásica está entre el 0,1-0,2%. En Reino Unido, 1 de cada 200 hombres y una de cada 500 mujeres tienen espondilitis. Existe una fuerte relación entre el HLA-B27 y la EA . Así, en alrededor del 90% de todos los pacientes caucásicos con EA está presente el HLA-B27. Por otro lado el 20% de los enfermos con EA tienen antecedentes familiares de primer grado con EA.

Existen diferencias en la prevalencia entre las personas pertenecientes a diferentes zonas del mundo debiéndose estas a la distribución de la prevalencia del HLA-B27 entre las diferentes razas de forma que se encuentra prácticamente ausente en japoneses y africanos y siendo de hasta un 16% en Noruega y Suecia. En España esta cifra se sitúa en aproximadamente un 7%. Esto equivaldría a la presencia del al menos medio millón de pacientes con Espondiloartropatías en España.

Así, entre el 1-2% de la población HLA-B27 padece EA. Por tanto el hecho de ser HLA-B27 positivo no conlleva tener EA, pero si una persona tiene EA, tiene una alta probabilidad de tener HLA-B27. Por esto se analiza la existencia de este gen como criterio diagnóstico.

Además, no hay que olvidar que existe un cierto número de personas que desarrollan la patología sin tener HLA-B27, si bien las EA B27 negativas pueden iniciarse más tardíamente presentando una afección menos grave.

La distribución por sexos varia en diferentes estudios, sin embargo se estima un predominio de pacientes varones entre 2,5-3 a 1, si bien al ser los síntomas más leves en las mujeres tal vez sean menos diagnosticadas. No obstante, existe una afectación mayor de las sacroilíacas y de la columna en general a nivel radiológico en hombres. La velocidad de progresión en la afectación espinal es menor en la mujer, pero en términos de dolor y necesidad de tratamiento la mujer se encuentra en peor situación que el hombre.

La edad de inicio de la enfermedad no difiere significativamente entre hombres y mujeres. El retraso en el diagnóstico, que sigue siendo uno de los principales problemas, se va acortando.

La edad media de aparición de la enfermedad es de 26 años y la edad media de diagnóstico es de 35 años, lo cual supone un retardo en el diagnóstico de 9 años. Alrededor del 80% de los pacientes desarrollan los primeros síntomas antes de los 30 años y tan solo un 5% los presentan a una edad superior a los 45 años. Existe un pico de incidencia sobre los 20 años.

El aumento de los servicios reumatológicos y el mejor conocimiento de la enfermedad ha propiciado el hecho de que se haya aumentado el número de diagnósticos aún manteniéndose constante el número de nuevos afectados.

Programas como Esperanza, impulsado por la Sociedad Española de Reumatología, el cual incide sobre la formación en la atención primaria y el diagnóstico precoz, hacen que se este reduciendo este retraso diagnóstico.

Origen

La causa que provoca la EA sigue siendo desconocida. Las dos características centrales son la inflamación y la creación de nuevo hueso, especialmente en la columna. Aunque se asume que la inflamación propicia la creación de nuevo hueso, no hay una correlación definitiva entre estos dos efectos.

La EA es una enfermedad en la que la interrelación entre factores ambientales sobre un sujeto genéticamente predispuesto favorece el desarrollo de la enfermedad.

Existen estudios acerca de la evidencia que esta enfermedad es una patología autoinmune atribuible a una reacción entre una bacteria y el HLA-B27. Tambien existen estudios sobre los diferentes subtipos de HLA-B27 que parecen influir en el origen de la enfermedad.

Parecen existir implicaciones de los factores medioambientales en el desarrollo de la EA. Es conocida la relación existente entre las espondiloartropatías y las infecciones intestinales y genitourinarias.

El microorganismo más implicado parece ser la Klebsiella al detectarse una mayor presencia de anticuerpos de tipo IgA anti-Klebsiella en los pacientes.

Acerca de esta información

La información contenida en estas páginas acerca de la espondilitis anquilosante proviene de la Guia para pacientes de ACEADE y de diversas publicaciones científicas.