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La espondilitis anquilosante: Evolución y tratamiento.
por el Dr. Eduardo Collantes Jefe Srv. Reumatología H.U. Reina Sofía de Córdoba.

 

Todavía no hay curación para la espondilitis, por lo que hay que hacer hincapié en el tratamiento de la enfermedad. Por esta razón, la formación del paciente es tan importante. Muchas personas que tienen la enfermedad toman regularmente anti-inflamatorios para aliviar el dolor. Estos medicamentos no crean hábito o adicción. El paciente debe llevar a cabo un programa de ejercicios regular. No hay duda que estos ejercicios no sólo ayudan a mantener la movilidad y la postura de la columna vertebral sino que también ayudan a reducir el dolor.

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas (dolor y rigidez) y reducir y/o prevenir la inflamación, la destrucción del cartílago, la anquilosis y el desarrollo de una postura anormal.

El paciente, el médico y el fisioterapeuta juegan un papel básico en el tratamiento de la enfermedad. Las Asociaciones de Afectados también están jugando un papel importante en las vidas de un número creciente de personas a este nivel.

No todos reaccionan de la misma manera a cada tipo diferente de medicamento anti-inflamatorio. Por tanto, el médico puede sugerir que pruebe diferentes para encontrar el más efectivo. Hay algunos que pueden tomarse a última hora de la noche para que surtan efecto durante las horas posteriores. Esto ayudará a controlar el dolor durante un período más largo con el fin de ayudar a dormir bien de noche y reducir la rigidez matutina.

El grupos ASAS (ASsesment in Ankylosing Spondylitis) y el grupo EULAR (EUuropean League Against Rheumatism) han propuesto una serie de recomendaciones para el tratamiento de la espondilitis:

Tratamiento farmacológico

Principalmente se prescriben antiinflamatorios no esteroideos (AINES-NSAID Nonsteroidal anti-inflammatory drugs) para aliviar los síntomas de la inflamación y algunos otros tipos de fármacos. Recientemente se ha ampliado el tratamiento con la inclusión de unos nuevos tipos de fármacos denominados "biológicos". Estos productos inhiben la inflamación durante el tratamiento y parecen presagiar un futuro prometedor.

Los antiinflamatorios no esteroideos son considerados los fármacos de referencia para la EA, reduciendo su uso a periodos dolorosos de la enfermedad. Estos poseen una acción antiinflamatoria y analgésica si bien pueden tener algunos afectos adversos que hay que tener en cuenta sobre todo gastrointestinales y renales. Alrededor del 80% de los pacientes suelen responder favorablemente a este tipo de fármaco, por esto, la respuesta al tratamiento con AINES se ha incluido en algunos criterios diagnósticos.

La experiencia clínica sugiere que los pacientes con brotes activos de la enfermedad deberán tomar de forma continua los AINEs en la dosis necesaria para controlar el dolor y la rigidez. Algunos investigadores sugieren incluso que se tomen AINES de forma continua y no bajo demanda lo cual desacelera la progresión radiográfica en dos años.

Existen otros medicamentos denominados modificadores de enfermedades reumáticas (DMARDs Disease Modifying Antirheumatic Drugs o FAME fármaco antireumático modificador de la enfermedad) como la sulfasalazina que se usa para manifestaciones periféricas de la enfermedad. En ocasiones se prescribe el metrotexato, muy utilizado en atritis reumatoide. El metrotexato se usa cuando el paciente no responde a los farmacos anteriores y solo se usará en casos aislados y en estudios controlados. Estos medicamentos no han mostrado excesiva eficacia en la espondilitis aunque a veces se combinan con los AINEs.

En algunos casos se usan corticoides para tratar las uveitis y en artritis periférica persistente, siempre a dosis bajas.

Uno de los principales problemas de los AINES es la aparición de efectos gastrointestinales adversos. Una nueva generación de AINES basados en la inhibición de la cyclo-oxigenasa 2 (COX-2) ha sido introducida en la última década intentando paliar estos efectos. Los AINES inhiben la COX, que tiene dos formas: la COX-1 y la COX-2. La COX-2 es la que inhibe la inflamación y la COX-1 protege el estomago, entre otras funciones. Al actuar solo sobre la COX-2, estos nuevos fármacos no producen los efectos gastrointestinales adversos. Sin embargo, problemas cardiovasculares ha hecho que algunos de estos hayan sido retirados del mercado.

Existe un número reducido de pacientes que presentan espondilitis anquilosante refractaria. En este caso no hay respuesta al tratamiento con AINES por parte del paciente. En este caso el uso de terapias biólogicas, recientemente introducidas en el tratamiento, ha supuesto un gran avance.

Estos tratamientos consisten en la administración de drogas inhibidoras del factor de necrosis tumoral alfa (TNFa) el cual juega un papel fundamental en la inflamación y en la respuesta del sistema inmune en general.

Las terapias antiTNF, por su altísimo coste y por sus posibles efectos secundarios, únicamente suelen ser administradas teniendo en cuenta las recomendaciones de ASAS para la selección y seguimiento de los pacientes.

Ensayos controlados sobre estos nuevos medicamentos han mostrado mejoras impresionantes a corto plazo sobre el dolor de columna, la limitación funcional y la inflamación. Estudios a más largo plazo muestran que la eficacia continua; y más de un tercio de pacientes entran en un estado de remisión. Al cesar la medicación vuelven a aparecer los efectos de la enfermedad.

En la actualidad existen tres fármacos antiTNF comercializados en España: Infliximab, Etanercept y Adalimumab. Con los tres fármacos se han observado algunos efectos secundarios como infecciones (tuberculosis) reacciones locales en los puntos de inyección, reacciones antiinmunes, etc. Estos efectos se producen siempre en casos muy aislados. El seguimiento que tienen estos pacientes hace que ante la menor evidencia de estos efectos secundarios se suspenda o cambie el tratamiento.

Tratamiento farmacológico en situaciones especiales

Ancianos

Hay que tener en cuenta la combinación de estos fármacos con los que habitualmente toma el anciano siendo necesaria una monitorización renal y hepática. Esto se agrava aún más en el tratamiento con agentes biológicos.

Embarazo y lactancia

La EA por si sola parece no tener influencia sobre la fertilidad, embarazo, feto o lactancia. En las pacientes con EA hay una mayor práctica de cesareas, muchas veces motivadas por la propia enfermedad.

El tratamiento con FAME si puede tener consecuencias negativas sobre el embarazo, feto y lactancia. Los AINEs se deberán suspender 6-8 semanas antes del parto.

En el uso de antiTNF durante el embarazo no se ha constatado que exista un mayor riesgo de malformaciones congénitas ni abortos.

Tratamiento no farmacológico

Las terapias no farmacológicas incluyen la educación e información a los pacientes respecto a su enfermedad, tablas de ejercicios diarios de estiramientos, hidroterapia y natación.

La información es un aspecto fundamental para abordar la enfermedad. Los pacientes necesitan saber la causa y efectos de su enfermedad y que les informen sobre lo que deben y no deben hacer para una mejor calidad de vida.

La inmovilización es muy perjudicial para la enfermedad aconsejando al paciente que se mantenga activo físicamente. Se promueven aquellos ejercicios físicos que conlleven el fortalecimiento y flexibilización de la musculatura (natación, voleibol, et.c), evitando deportes de contacto. También se aconseja un descanso de unos treinta minutos diarios, boca abajo (decubito prono), para prevenir la cifosis. El enfermo debe incorporar estos ejercicios de flexibilización en su rutina diaria. Se recomienda no realizarlos cuando el dolor impida su realización.

La rehabilitación y la terapia física producen un efecto muy beneficioso mejorando la movilidad, y la fuerza y elasticididad muscular lo cual previene la deformación espinal. En algunas ocasiones se incluyen los programas de SPA para este tipo de pacientes.

Debido a la reducción de la capacidad pulmonar  tambien es importante evitar el tabaco; y no solo por ello sino por lo perjudicial para la salud.

Las asociaciones de afectados juegan un papel muy importante en su labor de información, conocimiento de la enfermedad y apoyo personal y familiar. La integración y participación en estas asociaciones ha sido recomendada por ASAS y EULAR como parte importante del tratamiento. Estas asociaciones cuentan con servicios como psicologos, rehabilitadores, grupos de autoayuda, cursos de formación, etc. Existen unas 25 asociaciones de afectados en España.

Estilo de vida

Descanso

Si la espondilitis anquilosante es muy activa y la rigidez muy molesta, puede ser necesario pasar una temporada sin trabajar o en el hospital. Esto no quiere decir quedarse inmóvil, porque tal cosa podría acelerar la anquilosis de la columna. Así, incluso un período de descanso sin trabajar significa que le animaran para que haga ejercicios para la espalda, el pecho y las extremidades a fin de mantenerlos flexibles. Cuando esté en la cama, es importante que se ponga completamente llano sobre la espalda y también que pruebe, parte del tiempo, a permanecer sobre la cara. Esta posición "en pronación", como se la llama, es mejor practicarla durante 20 minutos antes de levantarse por la mañana y 20 minutos antes de acostarse por la noche.

Al principio es posible que no lo pueda aguantar durante más de cinco minutos seguidos, o incluso que necesite un cojín debajo del pecho pero, con la práctica, a medida que la columna se relaja, será más fácil. Si lo convierte en un hábito, le ayudará a evitar que la espalda y las caderas se doblen. Aunque este período de postura en pronación no sea factible todos los días, al menos un poco de tiempo dedicado a ella es mejor que nada.

La cama

Debería ser firme, sin comba. Si tiene un somier de muelles, consiga un tablón adecuado y póngalo entre el colchón y la cama. Esto es importante para conservar la postura. Se deberían revisar los colchones regularmente con la postura en mente. Procuren no comprar un colchón demasiado duro.

Las sillas

Como quiera que la espondilitis anquilosante no tratada causa una flexión, creciente de la columna, todos los esfuerzos han de encaminarse para conservar la postura erguida. Es raro que la columna se anquilose completamente pero, por si acaso esto pasara, el paciente debería esforzarse siempre por hacer todo lo posible para conservar la columna erguida. La sillas de la oficina o de casa juegan un papel importante.

Se sabe que muchas personas han elegido su propia silla. Su perfil es: bastante alta, con un asiento firme y un respaldo recto y firme, preferiblemente hasta la cabeza; los brazos de la silla también ayudan a descargar peso de la columna. El asiento no debería ser demasiado largo, ya que a la persona le sería difícil situar la parte inferior de la columna contra el respaldo de la silla. Debería tener la altura suficiente para permitir a quien se sienta formar un ángulo recto con las rodillas y las articulaciones de la cadera.

Las sillas y los sofás bajos y blandos son áreas catastróficas. Favorecen la mala postura y aumentan el dolor.

Calor

En sus formas diferentes, el calor les ayudará a aliviar el dolor y la rigidez. Muchas personas notan que una ducha o baño caliente antes de acostarse y a primera hora de la mañana reducen el dolor y la rigidez, sobre todo si se realizan ejercicios de estiramiento al mismo tiempo. Muchos usan una botella de agua caliente o una manta eléctrica en la cama. Algunos también notan que el frío aplicado a una zona inflamada les alivia.

Cirugía

Sólo ocupa un lugar secundario en el tratamiento de la espondilitis. En la mayoría de los casos en que interviene, se aplica a un 6% de personas con espondilitis para sustituirles la cadera (artroplastia). Estas operaciones dan muy buen resultado, devuelven la movilidad y eliminan el dolor de la articulación dañada. La cirugía interviene rara vez para restablecer la posición vertical de la columna y el cuello de las personas en que se han doblado. Estas personas tienen problemas para ver de frente, mirar a los demás a la cara, ver rótulos de las tiendas, números de las puertas, etc. También tienen problemas para cruzar la calle.

Fajas y tirantes

Por desgracia, todavía los recetan con frecuencia algunos médicos que no están familiarizados con el tratamiento actual de la espondilitis. Muy a menudo empeoran la situación, ya que mantienen la columna rígida. Son una reliquia del pasado en que los médicos pensaban, equivocadamente, que era inevitable que todos los que tenían espondilitis acabaran automáticamente con la columna soldada. Las fajas, por tanto, pretendían conservar la columna erguida mientras ocurría el proceso de anquilosamiento.

En el trabajo

Preste especial atención a la posición de la espalda cuando trabaje, de forma que no tenga que inclinarse. Si se sienta junto a una mesa o un banco de trabajo, preste atención a la altura de la silla. Procure mover la columna regularmente, enderécela y extiéndala sentándose en postura vertical con los hombros hacia atrás. Un trabajo que le permita una combinación de sentarse, estar de pie y caminar es ideal.
Un descanso al final de trabajo del día es útil, sobre todo para quienes tienen un trabajo pesado o fatigoso. Echarse en posición horizontal durante veinte minutos da unos resultados excelentes, ya que ayuda a contrarrestar la tendencia de la columna a doblarse hacia delante.

Algunas personas con espondilitis consideran necesario modificar su vida laboral. Sin embargo, muchos no siempre disponen de la oportunidad de cambiar. No obstante, podría servir enseñarle a su jefe esta información, si piensa plantear un cambio de trabajo dentro de la empresa.

Dieta

Hay muchos libros sobre dietas y artritis. Tienden a contradecirse y su efecto no está científicamente demostrado.

La dieta baja en almidón demostró ser eficaz, según algunas publicaciones (Ebringer, 1996), reduciendo el dolor. Este hecho no se ha demostrado en otras publicaciones científicas. También algunas dietas restrictivas en productos lácteos produjeron una mejora sustatntiva según algunos autores.

Vida sexual

La espondilitis anquilosante no suele impedir las relaciones sexuales. Sin embargo hay casos en que puede hacerlo, sobre todo cuando la espondilitis afecta la cadera o se sufre un ataque. No obstante, hay algunas personas que pierden la postura de la columna considerablemente, hecho que les puede ocasionar también dificultades durante las relaciones sexuales. Un diálogo comunicativo con la pareja debería superar estos problemas, y no se olviden del sentido del humor. La espondilitis puede producir cansancio y, por ello, esto debería tenerse en cuenta y no confundirlo como señal de otra cosa.

Los deportes

Es importante que todos los espondilíticos continúen físicamente activos. La actividad deportiva más claramente beneficiosa es la natación, ya que ejercita todos los músculos y articulaciones en posición horizontal. También ayuda a mantenerla capacidad pulmonar, que en la espondilitis tiende a reducirse por debajo de lo normal. Sin embargo, la mayoría de espondilíticos puede continuar practicando su deporte favorito. La excepción más destacada son los deportes de contacto tales como el boxeo, la lucha, el judo y el rugby. Podría ser beneficioso, si aún no lo hacen, empezar a practicar algún deporte como el badminton o el voley-ball.

La conducción

Muchas personas con espondilitis notan un aumento del dolor y la rigidez en los viajes largos en coche. Por esta razón es importante interrumpir el viaje con descansos para dar paseos. Muchos efectúan paradas frecuentes en las estaciones de servicio de las autovías para entrar en calor.

Muchos espondilíticos tienen el cuello rígido, otros tienen un movimiento de cuello reducido. Esto plantea problemas a los conductores, sobre todo en los cruces. Hay que tratar de montar varios espejos adicionales. La mayoría de tiendas de accesorios de automóviles tienen diferentes tipos. Algunos de los más útiles disponibles son unos espejitos con ventosas que pueden ponerse por el parabrisas y el tablero de mandos.

La mayoría de coches modernos vienen ahora equipados con reposa-cabezas. Es importante que éstos, si son ajustables, sean apropiados y efectivos para la posición de la cabeza de cada persona. Los espondilíticos con problemas de cuello pueden sufrir lesiones graves en el cuello, incluso en el caso de un pequeño impacto.

Es difícil saber en qué momento debería informar el conductor espondilítico de su enfermedad a la jefatura de tráfico y las compañías de seguros. En general, le recomendamos que lo haga cuando tenga problemas graves de cuello o de articulaciones periféricas, especialmente de cadera.

Terapias alternativas

Muchas personas han probado remedios alternativos. La acupuntura puede actuar como una barrera temporal contra el dolor y su efectividad radica probablemente en la habilidad del experto.

Evite manipulaciones, pues pueden ser peligrosas, sobre todo para las personas con problemas graves de cuello. El masaje suave sobre las partes blandas puede ser beneficioso, ya que puede ayudar a relajar los músculos que se han vuelto tensos como reacción ante una articulación inflamada.

Sabemos que muchos afectados han probado, en alguna ocasión, dietas, acupuntura, aromaterapia, reflexología, homeopatía, etc. No se ha demostrado que ninguna de estas terapias suponga ninguna ventaja sobre el tratamiento médico convencional. Sin embargo, animamos a los afectados a hacer cualquier cosa que crean que les sirva, siempre que no sea cara ni peligrosa. Importa sobre todo que quien ejercite estas terapias alternativas comprenda nuestra enfermedad.